viernes, 20 de noviembre de 2009

PACO CAÑAMERO

Modesto de la Alhambra
Las ajadas lentejuelas de MadameArthur, en la esfera internacional, o de Modesto de la Alhambra, como se le conocía en la Salamanca regalona de la década de los 50, vuelven a recuperar el brillo de la actualidad. Ahora, diez años después de su muerte, Eduardo Gion, un cineasta barcelonés va a llevar a la pequeña pantalla la sorprendente vida de este pintoresco personaje natural de Villavieja de Yeltes que rompió los moldes sociales de la época. De este artista que, en pleno franquismo, dio un paso al frente de sus libertades para dar rienda suelta a su sentimiento y convertirse en el primer travestido. Y después acabar triunfando, como las grandes estrellas, en las mejores salas del Paralelo barcelonés, lo que le dio tal fama que hasta Paco Rabal pretendió interpretar su vida. Porque Rabal, el genio de Águilas dijo: "Un personaje que siempre he querido hacer y hasta ahora no he hecho es Madame Arthur, un maricón, un cantante con voz de camionero que conocí en Barcelona". Pero la parca, que siempre vence todos los pulsos, se llevó a Paco Rabal en 2001 y lo dejó con las ganas, cuando ya estaba todo listo para comenzar la película.
De su época de Barcelona hay anécdotas para llenar un libro o argumentar el mejor guión, como la casta que le echaba a la vida o el valor que tenía para frenar a los patosos. Patosos como un viejo banderillero, de ademanes engallados, que una noche acudió a presenciar el espectáculo de Modesto después de torear en Barcelona con Paquito Pallarés. El torero de plata, provocador y con mal vino a medida que transcurría la noche, comenzó a hacer mofas a Modesto, quien aguantó el tirón mientras pudo hasta que, ya harto, se dirigió bailando a la zona donde se encontraba el provocador banderillero y sin dejar la actuación, con toda naturalidad, le planchó la cara con una estrella sacada de una antigua badila hecha por algún herrero de Villavieja. El banderillero, gallito y bronquista, se quedó mudo y, avergonzado abandonó la sala humillado por Modesto, que había sacado la hombría con su discreción. Porque era más hombre que nadie para frenar la prepotencia de los patosos.
Cuando murió Madame Arthur o Modesto de la Alhambra, como se anunciaba en la época pionera del espectáculo que tenía en el local de ese nombre situado en el barrio chino de Salamanca, quedó el recuerdo de un genio adelantado a su época. Desde entonces, Modesto descansa en el cementerio barcelonés de Montjuic. En un nicho situado al mediodía y que mira al mar, tan lejos de su querida Villavieja y de su Virgen de los Caballeros, de la que seguía siendo tan devoto que antes de la actuación se encomendaba a ella besando una estampa. En la lápida del nicho, una inscripción con su nombre real -Modesto Mangas Mateos- pasa inadvertida para el gran público, el mismo que, años atrás, quedó sorprendido con el éxito del pintoresco personaje y excéntrico artista. De ese Modesto que abrió puertas impensables para la mayoría, entonces, como cuando tuvo los santos cojones, en plena dictadura, de travertirse en un escenario antes que nadie. Y sin ningún complejo de lo que pudiera pasar, a pesar de que todavía estaba reciente el palizón que le pegaron, por maricón a Miguel de Molina en el Pinar de Chamartín los falangistas Sancho Dávila y el conde de Mayalde.
En Montjuic descansan sus restos y en Salamanca parte de su leyenda, sobre todo en su pueblo de Villavieja, que siempre llevaba tan dentro de sí. Era tal la afinidad que tenía con él, a pesar de la distancia que propició la ausencia de largos años que, el destino quiso que poco antes de morir volviera al rincón charro del Yeltes donde abrió los ojos a la vida. Y preparó el viaje con tanto anhelo que hasta Paco Arte, un amigo rico de Madrid, cuando se enteró de las ilusiones de Modesto, le ofreció su Rolls Royce para que regresara a su pueblo con la categoría que debía acudir una estrella como él. Entonces, Modesto, hombre apegado a su terruño a pesar de la distancia, declinó la invitación con gratitud para volver a Villavieja sin falsas ostentaciones y portando la bandera de su señorío natural, donde recibió el cariño de la mayoría de sus paisanos durante los escasos días que permaneció. Tanto que hasta una noche, en la legendaria fonda improvisó una actuación para un reducido grupo de amigos y vecinos.
Fue la última función de un genio charro que abrió puertas cerradas en tiempos casposos. Y quien fue protagonista de una vida tan increíble para la época que le tocó vivir que hasta un cineasta de Barcelona va a llevar al cine la genialidad de su existencia para recuperar el brillo de sus ajadas lentejuelas.


Paco Cañamero Periodista

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Documentándonos en Madrid




Ya hemos llegado de Madrid y Salamanca donde hemos conocido a Macu, una de las personas que más se ha movilizado por Madame Arthur, el documental.Gracias a ella hemos conocido y descubierto el mundo de Modesto Mangas, en su pueblo Villavieja de Yeltes.


También hemos tenido oportunidad de conocer anécdotas que nos han contado, sus vecinos , por ejemplo la mili que realizó Madame Arthur en Valladolid, sus viajes al pueblo en un taxi desde Barcelona, llegando como una estrella, con un abrigo de visón blanco, que para sus vecinos era un soplo de aire fresco en un pueblo de la España gris y católica. Era la llegada de una gran estrella, el triunfo de alguien que marchó del pueblo solo con una maleta y muchos sueños.


En estos momentos estamos ordenando todo el material que hemos traído de este viaje, pero podemos decir que nos ha impresionado como le respetan en su pueblo y que gran cariño guardan de él.E incluso hemos descubierto algún que otro secreto, que desvelaremos en el documental.

Gracias Macu y Santi.

Seguiremos informando.

martes, 3 de noviembre de 2009

Cronica de un viaje


En estos momentos estamos descubriendo la parte más entrañable de Madame Arthur, su vida en el pueblo, sus vecinos y sus familiares.


A partir de hoy intentaré realizar una crónica de viaje a Villavieja de Yeltes (Salamanca) lo ilustraré con fotos y videos.


Estoy seguro que Modesto me está guiando desde donde esté para realizar este documental, ya que si no sería imposible haber podido descubrir su vida antes de llegar a Barcelona.
Villavieja de Yeltes un pueblo de Salamanca lo vio nacer, y allí volvemos dentro de unos días a rodar parte del documental, a hablar con sus vecinos que tienen muchas ganas de hablar sobre Madame Arthur, a ver sus calles, su plaza, donde actuó por última vez delante de sus vecinos en un encuentro totalmente oculto, en una fonda. En secreto, solamente para sus más allegados vecinos y amigos. Y sobre todo ver a su Virgen.


Tengo muchas ganas de descubrir su pueblo y su gente, y ellos tienen ganas de rendirle un bonito homenaje a la persona que más sufrió por ser el mismo. Ojala podamos celebrar el estreno del documental en esa plaza donde él actuó. Seguro que sí.
Nunca me imaginé que este proyecto me iba a llevar tan lejos tanto físicamente como espiritualmente, lo voy a dar todo tanto yo como el equipo por que salga realmente bien, porque Modesto se merece un buen homenaje.


Madame Arthur/Modesto/La Tula, tres en uno, tres maravillas, tres genios, tres personas.
Como dice un vecino de Villavieja:


“Ha sido el Maricón con más huevos de España”


Ole, nadie lo ha podido describir mejor.